No tengo mucho que ofrecerte
Un corazon cansado de saltar y una cuerda
Un beso pausado y aciago
Llevo sobre mi espalda el peso de los años
Los errores dolorosos que cometeria de nuevo
La humanidad vencida sobre la palma de mis manos
En mis ojos solo hallaras penumbra disfrazada de risa
Un cuento de fantasmas, un silencio de casa funeraria
Pero te haria feliz si me dejaras
La felicidad es una suma de momentos
Y yo no se de numeros
Pero puedo crear mundos alternos
Pudiera sobre tu pecho sembrar amaneceres y ocasos detenidos en el cielo
Pero no puedo darte nada
He repartido todos las estrellas
Abierto ya las puertas y he olvidado la llave
Hay abecedarios mudos en mi lengua
Gorriones en la tuya
Tu cuerpo es um cantaro sediento
Yo ya no tengo rios
Los olvide un invierno al que no vuelvo
Solo repito en ti lo que he aprendido
Lo que me han enseñado otros cuerpos
Con la diferencia de sentir y perdonar al tiempo
Por ser voraz y efimero.
No tengo nada que ofrecerte
Mas que un centauro corriendo por tu piel en las noches
Un abrazo eterno por la madrugada
Una figura oscura que despierta en la mañana
Rogandole a un Dios que no sabe si escucha
Que no te hayas ido.