Y ella...
Ella, hermosa bailando sobre tu entrepierna,
Ella, sensual disfrutando de tu aroma hasta el final,
Recordé que preferías a las damas con experiencia
Ella, afortunada de que su belleza es tu ideal.
Ella, con sus finas posturas charlando sobre el clima,
En sociedades altas bebiendo de vinos finos;
Ella, que atrapó a tus ojos con una mirada sencilla,
Ella, que con sus labios encerró tu nombre fuera de mi.
A ella a quien le dedicas tus mejores sonetos,
En quien te inspiras para las mejores obras pintar,
Ella, tu musa, tu reina, a quien amarás hasta el final...
Ella, que logró enamorarte como nadie,
Volviendo locos tus sentidos para no dejarla jamás...
Ella, !A quien hasta yo le dedico un verso o un poema!
Ella, tan perfecta, tan misteriosa, tan dichosa de ser tu esposa.
A esa mujer a quien has entregado tu ser,
A ella le dedico este soneto para que sepa
Que se ha llevado al mejor hombre del mundo,
Que caballero como tú no habrá ninguno.
A ella, que sepa que ha destrozado miles de corazones,
A entristecido a las damas que soñaban estar en su lugar;
A ella le deseo toda tu felicidad...
Deseo que jamás te haga ni una lágrima derramar.
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