En sueños quise hacer de mi vida
un mundo donde no existiera la maldad
menos el dolor, quise construir un castillo en el
aire para albergar y guardar todo lo bueno
que fui encontrando por el paso de mi existir,
albergué una gaviota para que me enseñara
a volar y poder alcanzar mis anhelos que
había extraviados por recorrer caminos
que no me pertenecían.

Esa gaviota significó el renacimiento
de lo bello que había perdido, ella
se elevó al par conmigo y poco a poco
nos remontamos ganando altura
fuera de lo antes vivido, construimos
un hermoso castillo con nubes de algodón,
de la brisa tomamos su melodía para
alegrar el recinto, recogimos del firmamento
luceritos, los más pequeños y frágiles
para alumbrar nuestro hogar.

Y ya complacidos de nuestra obra
comenzamos a invitar a los personajes de la
imaginación, duendes, hadas, princesas,
dragones y muchos más, ya satisfechos y felices
optamos por cerrar las puertas donde nadie pudo
llegar usando la razón, a turbar y robar
nuestros sueños de fantasías.

lrgd.