Hoy mi deseo más ferviente es llorar sangre. Hoy mi deseo más ferviente es tragar piedras. Hoy mi deseo es respirar agua salada del mar. Hoy mi deseo más ferviente es convertir huracanes en soplos de bebé. Hoy mi deseo es caminar todos mis pasos hacia atrás. Hoy mi deseo es que mis brazos tengan fuerza de hierro. Hoy mi deseo más ferviente, mujer mía, es que vuelvas a mi vida
Texto agregado el 20-05-2013, y leído por 177 visitantes. (2 votos)