No sé si todo fue un error de calculo una ilusión fulminante o un estruendo en mi cabeza, el día que nací yo ya no existía en mi interior, no creo que alguien me extrañe cuando del polvo salgan cenizas, pero creo que aquí comienza el principio del fin de mis días de impúber precoz ya no escribo como antes ya ni duermo como antes, solo bastaba que alguien tomara una decisión por mí para que se acabara el mundo que creía conocer, me acabo de dar cuenta que aun que moviendo muy bien las piezas de mi ajedrez personal, no seria suficiente como para quedar conforme con mis sueños y mis ideas permanentes que bombardeaban mi cabeza en ese entonces, más que confundido estoy perturbado por todos los sentimientos encontrados dentro de mí cabeza.
Hay algunos que dicen que solo se necesita un minuto para sentirse queridos o emocionados, yo soy partidario de que faltan hechos que nos hagan sentir vivos o apunto de morir. No sé si estoy en la sima de mi mundo personal o a la deriva en un mundo el cual no me pertenece en lo más mínimo, creo que de apoco estoy cayendo en lo que algunos podrían llamar locura. Ya nada me importa, no tengo nada que perder aquí, pues ya he perdido todo.
Pasado presente y futuro me condenan de una manera tan sublime que no me puedo negar a caer más y más en esos malditos recuerdos que se van apoderando de mi ser a medida que voy presionando las teclas de este teclado, con esfuerzo puedo controlar mi concentración en este minuto, tan corto pero tan decisivo a su vez, mi presente. Un tiempo atrás no pensaba que todo lo que va pasando por mi cabeza en estas breves milésimas de segundo, me llegaría a pasar a mí, no lo sabia ahora recién comprendo, mi pasado. En un tiempo más ya no sabré que hacer lo que resta de vida a este personaje principal, o antagonista como quieran llamarle, lo único que sé con certeza es que estaré en uno de los extremos de la cuerda, entrando o saliendo por fin de la profunda oscuridad, sin futuro.
Hasta hace un tiempo atrás creía que todo era manipulado por mí, que sencilla es la vida para mostrarme que la cruda realidad no es así, para nada, mí primo siempre dijo: “nada es al azar, todo es inevitable”.
Muchos se vanaglorian de lo bien que hacen las cosas y la fama que adquieren por ello, pero la realidad no es así. Mis felicitaciones no están de más para todo aquel que lo lograse, un sentir de envidia insana me invade e impide que piense con claridad. Que ganas de que se presentasen las cosas de la misma manera que a ellos, que rabia de no poder alimentar a los míos de fama y fortuna y tener que trabajar para lograr algo tan sublime como el pan que como “a veces” por las mañanas.
Que ganas de morir y renacer en otro lugar y época desconocidas para el ser humano promedio. ¿Dios, existe?
Al morir mi alma sé que ira a lo más profundo del ser que más aprecio. No fijo retazos en mi destino, solo trato de hurgar en sendas en las cuales nunca he estado por a, b, c motivos, razones o circunstancias, nunca me he visto participe de decisiones que influyan en otras personas, soy un enano egoísta, por que lo que es ser un gigante no alcanza ni a los talones.
Mientras camino con la felicidad en mi rostro por la playa, miro a mis espaldas y veo cuatro huellas, pero, al mirar cuando voy repleto de angustia y el corazón se me rompe en miles y diminutos fragmentos de roca, solo veo dos... ¿cual es la razón, cual?. La respuesta fue sencilla, pero clara... “cada vez que vas feliz voy tras de ti para remecerte y despertarte. Cuando vas cabizbajo y triste solo vez dos pisadas, las mías, las tuyas en ese entonces ya no existen”.
Solo eh logrado algo en la vida y es el destruir la de los demás.
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