De pronto en una de aquellas mañanas
Sobre mi ventana con los ojos abiertos soñaba
Miraba al cielo y te anhelaba
Miraba al suelo y por ti suspiraba
Las partículas de amor revoloteaban
Sobre todo mí alrededor
La ilusión se paseaba en mi corazón
Me enamoré de aquel delicioso ardor
En vista de mi horizonte te encontraba
Cambiando mí historia alegremente
Haciéndome ver nuestro futuro brillante
Convirtiendo mi vida en un perfecto amante
Mis sueños al son de tus suspiros bailaban
La felicidad como nadie la atrapaba dentro de mí
Como un imán maravilloso lo pedía
Era lo más grande y maravilloso que jamás pedí
El fresco ocaso no se dejó esperar
Se perdían aquellos rayos luminosos
Entristeciendo esas mis pupilas secas
Quedando mis ojos sombríos y lagrimosos
Los primeros rayos del sol
Me mostraron muchas cosas de ti
En una sola mirada, de ese amor aprendí
Y al cerrar mis ojos, tan sólo reí y triste me fui
Texto agregado el 19-05-2013, y leído por 109
visitantes. (4 votos)
Lectores Opinan
19-05-2013
Mejor quedarse con los buenos momentos y lo demás al olvido... avededia
19-05-2013
Lo peor es irse triste, si lo ves, que no la has de ver, dile que me fui. elisatab
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