No tiene buen ojo para soñar.
Si un sueño se cumple no lo puede mirar.
Si no se cumple lo deja de inventar.
Si hoy le preguntan cual es su sueño,
frunce el ceño sin poder contestar.
Ve todo color gris, no valora su lugar.
Vive ahogado en la rutina, sin saber lo que es amar.
Subestima sus deseos, no los deja avanzar,
se juntan en su garganta sin dejarlo respirar.
Texto agregado el 19-05-2013, y leído por 101
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