"Sana que sana colita de rana,
si no sana hoy,
sanará mañana..."
Eran las palabras mágicas
de mi mamá,
y el dolor desaparecía.
No importaba que fuera un raspón,
un golpe,o una cortadura;
todo lo sanaba.
Hoy soy un hombre lleno de heridas
en el alma.
Mamá se fue...
entonces ¿quién me dirá?:
"sana que sana colita de rana..."?
Texto agregado el 18-05-2013, y leído por 721
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Lectores Opinan
21-05-2014
Una mujer, sin dudas...una niña...Las heridas del alma requieren mucho tacto. Buena evocación. Clorinda
18-05-2013
en España es culito de rana y sana igual, cuando la madre ya no está lo único que cura es su recuerdo. elisatab