Ya es tiempo


Es tiempo de entender
que no se justifica(n)
más recriminaciones mutuas
si esta relación nació trunca.

Nació de la cálida mano
- no siempre asertiva -
del deseo y la lujuria
muy bien sintonizados
pero suficientemente fuerte
- a la vez -
para los ojos vendarnos
e ir poco a poco
dándonos cuenta que
el continuar juntos
nos estaba vetado.

Basta de auto flagelaciones
por no encontrar descanso
en los sueños que Morpheo
ha presumido regalarnos.

Basta de cercenarnos
los ojos y el alma
con nuestras manos
y más aún
con el veneno que brota
nítido y voraz
de nuestros labios
aquellos días en que
volvemos a despertar
aún atontados
luego de amarnos.

Quizá sea hora de
depositar todo lo nuestro
en un bello y merecido
descanso eterno
y dejar de forzarnos
a resistir los embates
que mal acostumbramos darnos.



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