Una tras otra, cayendo por su propio peso, en la total armonía de su húmeda melancolía.

Una tras otra, con parsimoniosa elegancia acariciando el viento de la gélida jornada.

Una tras otra, sin prisas aceleradas rompiendo el silencio de la reseca tierra que las aguarda.

Una tras otra, con la lánguida esperanza de dar vida a la primavera que entré sueños las abraza.

Una tras otra, aglutinando el volátil e inconstante polvo en sendas que llevan a la palabra.

Una tras otra, en lumínica trasparencia dejando las cosas claras cuando nos lavan la cara.

Una tras otra empañando la alborada de un verso contricto que al poeta se le escapa.

Gotas de lluvia.

Joan Bosch 11/04/13