Es la sensación cuando mis ojos te contemplan y tú piel roza la mía, cuando comparto el aire de un dormitorio contigo y tú marcha encoge mis entrañas provocándome el dolor de la ausencia más absoluta.
¿De verdad? ¿Y eso será para siempre?
Claro que no mi amor, la magia se diluye con la repetición, si se hace siempre el mismo truco el tiempo se encarga de que llegue la rutina y cuando esta aparece la oscuridad se cierne al brillo de tus ojos, al calor que desprende tu piel y la claustrofobia se aferra a nuestros pulmones.
¿Y que haremos?
No se tú, pero yo tengo una actuación en otro lugar.
Texto agregado el 16-05-2013, y leído por 120
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Lectores Opinan
22-05-2013
Me sorprendió el remate, justo cuando pensaba en la dulzura.
UN abrazo. gsap