Tan solo fueron segundos pero pareció toda una eternidad, aquella caída casi a la velocidad de la luz desintegraba sus alas, por la fuerza del viento aquellas plumas hechas de satín una a una se desprendían del armazón de metal para detenerse y casi flotar a 130 mts de altura, mientras la masa casi inmóvil aceleraba a cada segundo que alargaba la caída.


Paso un mes confeccionando el disfraz, ahorrando para comprar la tela, soldando el armazón, aguantando la emoción del día cero, aunque ya nada importaba,
Andrés cerró los ojos ya no quería observar las vidas que fugazmente aparecían por las ventanas observando su ultimo viaje.

¡No esta vez no!

Quería que fuera algo mas personal (es una ocasión que jamás se repetiría) curioso que no paso como todos contaban: nunca vio su vida ni los recuerdos mas emotivos; una pregunta era la que inundaba su mente, corroía sus entrañas

- ¿Cómo demonios llegue a esto? ¿Cómo demonios llegue a esto?
¿Cómo demonios?-

Al mismo tiempo que los sonidos de la calle se escuchaban mas cercanos, lo que indicaba que faltaban pocos segundos para besar el suelo.


Aunque ya nada importaba tan solo la pregunta, la maldita pregunta
-¿Cómo demonios llegue a esto? ¡Espera yo amaba la vida!-


En el instante mismo que termino el pensamiento se escucho en la gran avenida y 16 de septiembre el impacto de un objeto solido contra un automóvil, sorprendidos los transeúntes miraban el cuerpo de Andrés sin vida, las alas rotas y una cara llena de tristeza….eran las 11:35pm del lunes 2 de noviembre de 1998 .