Brenda María llegó a la clínica comunal de su cantón, las manos las tenia hinchadas, doloridas, rojas del lado de las palmas, el médico que la observó y diagnosticó vio que ambas manos estaban tan rojas que parecían tomates recién hervidos; “siéntese”- le dijo- cuénteme que es lo que le pasa, ella con un poco de timidez y voz suave le dijo:”mire doctorcito ya no aguanto las manos , de unos días pa’ acá el dolor se ha vuelto insoportable, mire como las tengo de hinchadas y rojas, será que se me van a caer…”
“No se le van a caer”-le respondió-haremos unos estudios y análisis para ver el motivo de su padecimiento, vamos a llamar a varios especialistas, ortopedas, osteologistas, dermatólogos, manicuristas, etc. Brenda María fue remitida al hospital central, ya ahí fue puesta en una cama y estuvo una par de días en observación. Le pusieron una bata blanca y se mantuvo acostada todo el día, así le dijeron los doctores, ella como una persona obediente acató la recomendación y se postro en la cama.
Los doctores no encontraban el motivo del padecimiento de Brenda María, el dermatólogo dijo:”tal vez es un problema con la epidermis de ahí el motivo de la hinchazón y el enrojecimiento”, el ortopeda mencionó: ”deben de ser las articulaciones y eso le ha provocado el dolor en las manos, a lo mejor pasa mucho tiempo esforzando y trabajando las articulaciones, podría ser el síndrome del túnel carpiano o una tendinitis”; el médico general razonó así:”que dicen si le tomamos unas muestras de tejido y las mandamos a analizar”, todos los especialistas estuvieron de acuerdo, un psiquiatra que se anexo a la conversación dijo:”¿y si primero le hacemos un test psicológico y psicométrico para ver si todo lo que padece no es únicamente un problema mental?”, los demás especialistas mencionaron que les parecía la idea del doctor general de tomar las muestras de tejidos.
Una enfermera muy joven se acercó donde Brenda María, le tocó la espalda y la despertó, ella observó que llevaba unas jeringas, algodón y alcohol, se asombró y sintió temor, le dijo:”no me vaya a puyar con esas vacunas, mucho duele, ¿qué es lo que me va a hacer?”,la enfermera le respondió:”mira niña estate tranquila, serénate, tengo que quitar un poquito de tejido de las manos”, Brenda María la interrumpió diciendo:”¿pero no me va a dejar cuta?”;”no mi hijita solo vamos a quitar un poquito de tejido de tus manos para hacer unos análisis, las manos siempre las van a conservar”-le respondió la enfermera-.
Ella entabló conversación con Brenda María, para tranquilizarla un poco le preguntó: ”¿a qué te dedicas Brenda María?”, “mire pues seño, yo me dedico a aplaudir todo el día, a eso me dedico”-le respondió-“aplaudir todo el día, ¿cómo es eso?”-le insistió la enfermera-le voy a explicar le dijo Brenda María:”primero como soy ayudante de tortillera, palmeyo para hacer las tortillas en la mañana, al medio día y en la tarde, después en la noche me voy para la vigilia de la iglesia y ahí con las alabanzas, rezos y cánticos pasó aplaudiendo hasta la madrugada, después me voy para la casa, pero fíjese doñita que como vivimos cerca de un posa, abundan los zancudos, así que me toca matarlos a cada rato a palmiadas uno por uno hasta que he matado a todos los zancudos, eso hago todos los días y el sábado por la tarde mi novio me lleva, pero es mi novio no nos hemos rejuntado todavía, al circo del cantón y pasamos aplaudiendo toda la tarde las gracias que hacen en el circo, eso hago señorita enfermera”.
La enfermera le dijo:”mira niña ya no es necesario que te puye con las agujas, toma tus cosas, cambiante de ropa y te vas para tu casa, vos no tenes nada”, Brenda María la vio extrañada e incrédula le dijo:”¿oseya seño enfermera que me puedo ir para mi casita?”, “definitivamente no tenes nada cipota, estas bien, solo que primero ya no aplaudas haciendo tortillas, ya no palmies pues, en vez de eso mejor voltia las tortillas del comal, cámbiate de iglesia y anda a una que no te toque ir todos los días a vigilia, búscate una donde solo vayan los domingos y decile a tu novio que no te lleve seguido al circo, ¿entendiste todo lo que te dije?”, Brenda María respondió:”si señito capte todo, oseya que si hago todo eso me voy a curar completitamente”, la enfermera le dijo:“mejor aun, te vas a poner mejor, por cierto llévate una de estas vejiguitas para tu novio, no vaya a ser que salgas aplaudida con un cipote”.
El doctor general llamó a la enfermera le preguntó si había tomado las muestras de las manos y que le diera los análisis de los mismos, ella respondió:”no se preocupe doc, ya no van a ser necesarios, es mas ya despache a la paciente de las manos hinchadas y rojas”, el doctor la vio encolerizado y le dijo:”pero que ha hecho, usted no está capacitada para dar de alta a los pacientes, si algo le pasa a esa paciente de las manos la responsable va a ser usted, aténgase a las consecuencias”; la enfermera vio al doctor con cara de pocos amigos y le respondió:”un favor les he hecho a ustedes y el hospital, les ahorre recursos humanos y dinero, tanta paja con la paciente y no tenía nada, que análisis aquí, que análisis acá, solo era falta de sentido común y preguntar, aplausos me deberían de dar a mi”.
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