Ya no seré terrorista,
aunque odio muchas situaciones,
y me enervan las injusticias,
aunque a veces soy violento,
detesto la lobreguez de lo incierto,
tengo alergia a los fierros,
más si estos fierros están cargados,
no soy un tipo aventurero,
mis ensoñaciones las tengo
en territorio conocido,
no tengo a un solo maestro que emular,
nada sé del Che, nada de Fidel,
sólo sé lo que dicen los gringos,
deduzco por esto,
que estoy mal informado
ni del MIR ni de los Tupamaros
nada sé de esos movimientos,
mi lucha armada es contra las hormigas,
contra el reloj y el café cargado,
detesto las sábanas ajenas,
me angustian las persecuciones,
no, no seré terrorista,
me gusta ver mi rostro, cada mañana
en el espejo de mi baño,
me gusta afeitarme todos los días.
Es indudable, ya no seré santo,
tengo algo de tolerancia,
a veces los viejos me enternecen,
pero la pobreza me hostiga,
navego en mares de miseria,
pero repelo de ella, no la amo,
sólo amo a ciertos niños,
los de papel y los que viven lejos,
los santos sueñan con el cielo
y yo sólo pido descanso eterno,
soy de lágrima fácil
los cocodrilos también lo son,
nunca he juntado mis manos en un rezo,
sólo cuando pido a Dios que gane el Colo,
amo sólo a la mujer que debo amar,
no me pidan que ame a todo el mundo,
no seré santo, es cuestión de plazos,
no se hace un santo de un día para otro.
Tampoco seré alcalde,
no cuento con los suficientes prosélitos,
he cooperado con la comunidad,
más con mis letras que con acción,
hoyos del pavimento se han tapado,
calles se han hermoseado, postes,
luminarias, casas a punto de desplomarse,
todo ello he denunciado, pero,
no he de ser alcalde, tampoco político,
con una persona puedo discutir,
con dos me inhibo, tartamudeo,
no tengo el don de la palabra,
ese combustible que erige próceres,
no me he candidateado para nada,
a lo más para comerme un pastel de choclo,
no tengo un proyecto, ni color alguno,
no seré alcalde ni tampoco político,
la vida viviré como se me venga encima
no todos tenemos dedos para piano,
hago esta declaración
para que no se me busque ni en un convento,
ni en un santuario, ni en un almanaque,
ni en los prontuarios de Seguridad Nacional…
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