LOS SONIDOS. Los sonidos tienen sus formas secretas de sorprender… Embelesan los oídos si es música, a veces son quejidos del alma en prolongada reclusión. Y en ese salón del maestro había sonidos recluidos, su piano y una partitura por el suelo. No obstante un tibio preludio intenta dar vida a quien parece quedarle poca y abandonar... Las teclas se dejan acariciar por dedos invisibles y en el aire se armonizan sublimes consonancias. Entonces sumisas se prestan al fantasmal juego que es la música de toda escritura desprovista. Pero de pronto desaforados arreglos de cándidas melodías estremecen muebles y cristales. Todo vibra a ese sonar, fragores escandalosos ponen al instrumento al límite de su capacidad. Que saturan el lugar, y el escape se impone por esa puerta del balcón que han dejado abierta. En sinfonías desatadas la traspasan y se expulsan a ese espacio exterior tan expectante. Pero abajo otros sonidos bullen, gritos y sirenas de urgencias arriban a este desconcierto... Y como pájaros en sonora bandada sostienen rauda formación sobre ese gentío impávido... Un hombre ha caído del décimo piso y en coro todos dicen que fue un compositor fracasado... Ahora acá golpes en esta puerta. El piano calla, y lento baja su tapa sobre el teclado para siempre
Texto agregado el 13-05-2013, y leído por 189 visitantes. (2 votos)