He visto demasiados renglones caer
tras tus claros cafés,
postales de silencio
en tus tizas manos que agr(a/e)dan.

Tus pestañas vírgenes volátiles
vigentes en la decadencia,
desesperadas alas
que se baten en el meridiano.

Yo caí como óbice
en un catre tuyo,
totalmente inoperante
amante de tus montes pantis.

De la luna llena
que da lumbre
a tus desgastes
ventriculares.

De la pausa pueril
que acrecienta mi vicio
por los besos de mermelada,
me despojo de tus branquias.

Corazón de lomo saltado
recaudante de suspiros cíclicos,
me aturde tu incoherencia,
me necrosa la poesía.

me harta palpar tu suela
que arremete mi velo,
y veloz agrieta mi páncreas
carente de higos y pasas.


sístole,
diástole,
adiostole.

~-Que ni tu eres mía, ni yo soy tuyo;
así que si veo que algo me inspira huyo.
Huyo para que no me mires, para que no me midas, amor prohibido escribo a escondidas.~
Rafael Lechowski