Sé bien que llegué demasiado tarde, o tal vez demasiado pronto a tu vida, da igual...
Y con estas palabras,Paula, encaró por el marco del terraplén. Su figura pequeña y simple comenzó a fundirse en la lejanía del paisaje, llevaba unos dulces besos en sus rojos labios y un sinsabor en el alma; que calaba hondo, tan hondo como el silencio de su amado.
¿Adónde van los amores desencontrados?-Pensó.
Su cabello largo,caía revuelto hasta el comienzo de su cintura, el viento comenzó a soplar y acarició tiernamente su larga cabellera.
Todos los recuerdos, las palabras, los gestos,las miradas, parecían; de pronto extraños personajes burlándose de su roto sentimiento.
¿Por qué te amé?-Pensó en silencio.
Un profundo vacío se acomodó en sus entrañas,como si un espíritu gris la poseyera por la fuerza, el paisaje fué desapareciendo lentamente como una pintura añeja en la pared.
-Soledad...-Susurró.
¿Qué hacer con el regalo despreciado...?
Derrotada por tu miedo a ser feliz, quise llegar a tu corazón y solo llegué a tu conciencia.
-Ironía...-Pensó.
Te llamé, mi pasión y vos me nombraste prohibida...
Final...-suspiró.
Cae la noche, el tren aplasta las vías oxidadas, junto al terraplén, unas pequeñas huellas se pierden en la oscuridad.
|