Como a un ciego se le apagan todas las estrellas, a mi se me apagó la luz que entraba a el corazón. No se si fue un portazo o la luz se fue desvaneciendo entre cada uno de los dolores que acabaron mi corazón. No es dolor, es hasta placentero, siento como si una pena se hubiera ido de mis hombros y transportadose a otro ser, en otra dimensión distinta a mi. Le deseo que lo entiende y sea feliz, mientras yo seguiré viviendo lo que no vivió.