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Ésta es una casa como cualquier otra, es muy espaciosa pues viven muchas
personas dentro de ella; un total de 11 hijos; los padres y de vez en cuando viene
una empleada de servicio a colaborar con las cuestiones del aseo; en total son 3
plantas, en el segundo y en el tercer piso hay un total de 12 alcobas, 6 por cada
nivel; adicionalmente cuenta con una azotea, el padre, Jaime, la tiene cerrada y
nadie puede entrar allí, está totalmente cubierta y desde lejos no se alcanza a
visualizar sino una cobertura de color negro. Todos los pequeñuelos siempre han
tenido la curiosidad de saber qué es lo que sucede allí mas nunca han sido
informados acerca de eso.

Todos los descendientes están en una edad de niñez y de adolescencia, van a la
escuela, mientras que los padres laboran; el menor de los pequeños es Diego,
tiene apenas 5 años y es el más curioso con lo que sucede en el cuarto oscuro,
siempre le anda preguntado a Jaime acerca de eso pero éste se niega a decirle la
verdad, lo único que menciona es que allí se guardan cosas del pasado, de los
abuelos, los predecesores de la familia, no obstante esto no satisface la
indagación del más infante de todos, él quiere saber las cosas por su propio
conocimiento, quiere tocar lo que hay ahí, verlo y sentirlo; tiene una cerradura con
un cerrojo muy seguro y hay una caja fuerte donde en la opinión de Dieguito se
guarda la llave que abre aquel lugar.

Un sábado, Jaime y su esposa salieron a pasear con un perro que compraron en
esos días, un labrador; así que todos los vástagos se pusieron de acuerdo para
averiguar lo que siempre les habían ocultado; buscaron en todos los lugares
recónditos que había en la vivienda, empero resultó ser infructuosa la búsqueda
pues no hallaron la llave correcta, esto les ocasionó aún más curiosidad, la cual
fueron perdiendo con el paso del tiempo, únicamente Dieguito se obsesionó cada
día más con eso al punto de que no podía dormir y se levantaba a media noche a
ver si pasaba algo sobrenatural sin tener ninguna respuesta por parte del cuarto
misterioso. Fueron creciendo todos los hijos y Diego, que era el menor llegó a la
adultez, mientras que Berta, su mamá, y Jaime ya se estaban haciendo viejos, por
lo que Diego intuyó que en algún momento se daría cuenta de lo que pasaba en
ese lugar.

Don Jaime murió por una leucemia y la señor Berta tuvo que ocuparse
completamente de lo referente al hogar, todos los hijos se fueron yendo de la
vivienda, sin embargo el único que permaneció al lado de ella fue Diego, no
obstante él tenía en sus pensamientos la idea compulsiva de reconocer lo que
desde niño no lo había dejado en tranquilidad; por más que quiso que su madre le
comentara sobre eso nunca logró que se le dijera exactamente lo que sucedía
dentro de ese sitio, al contrario, Berta, lo instaba a que dejara de preocuparse por
eso y más bien se centrara en sus estudios universitarios pues ingresó a una
escuela de ingeniería en el área electrónica.

Ahora sólo vivían en ese hogar, Berta, Diego y la
muchacha del servicio doméstico
quien iba en algunas ocasiones; el joven dedicó buena parte de su tiempo
universitario a los estudios y a los deportes, mas también se concentró en los
libros de literatura de misterio. Cuando iba a la biblioteca leía todo cuanto podía
que estuviera relacionado con el misticismo, dentro de lo cual se topó con un texto
cuya portada eran unas llamas que le llamaron la atención porque le pareció que
ya las había visto en otro momento de su vida mas no recordaba exactamente
cuándo, no reconocía si era la silueta que formaban las flamas o el lugar en el que
estaban dispuestas; era una habitación en la que no había nada más que eso,
unos libros, unas sillas en una sala y unos cuadros; pero lo que más impresionó a
Diego fue que en una de esas obras de pintura estaba el retrato de su padre ya
fallecido, no lo podía creer, casi se desmaya, sin embargo guardó la compostura y
pidió el libro para llevárselo a su morada.

Era un lector asiduo, no le mostró el texto a la mamá, sino que lo leyó a
escondidas de ella, allí describían parte de la vida de él, desde su infancia hasta la
actualidad; enigmáticamente también se manifestaba que Diego encontraría el
libro que se llamaba “Llamas en la terraza”, no obstante luego las páginas estaban
en blanco como si se tratara de un escritor omnisciente que estaba actualizado;
por esto Diego regresó a la Biblioteca y exigió que le explicaran hace cuanto
llevaba ese libro allí, a lo cual el bibliotecario le replicó que no estaba en la base
de datos, que seguramente lo había traído él, luego pidió hablar con el hombre
que le había hecho el registro, sin embargo no lo hallaron, por lo que resignado
decidió regresar a su residencia.

Al siguiente amanecer del día, el libro no estaba en su maleta, pensó que alguien
se lo había robado aunque no había ido la empleada, la única que hubiera podido
hacer eso sería la madre así que la confrontó – ¿Tú has cogido mi libro? – mas
ella aseveró negativamente con mucha seriedad; pasaron varios años más y
Diego no volvió a percibir nada sobrenatural por lo que imaginó que todo lo que
había vivido era una pesadilla, un mal sueño y se fue olvidando del tema, hasta
que en las noches mientras dormía sintió que algo le decía que se había abierto la
puerta del cuarto oscuro; se levantó apresuradamente para ver si era verdad
aunque no había nada extraño, esto le sucedió muchas veces, más o menos unas
7 veces, hasta que en la octava ocasión percibió que algo lo tocaba y se dirigió
hacia el lugar, la puerta estaba abierta, entró y evidenció lo que había visto
anteriormente en la portada del libro que no apreció, unas llamas potentes que no
quemaban nada pero refulgían incandescentemente, también estaba el cuadro de
don Jaime que tampoco se incineraba; Diego estaba atónito, la puerta se cerró y
no se supo qué pasó allí; cuando doña Berta llamó a la ambulancia, lograron abrir
el cuarto, nada estaba en quietud, con llamaradas y sí se encontró
el cuerpo de Diego, pero transformado. Así la literatura y el arte nos debe llevar prontamente a nuestra extinción.

Texto agregado el 06-05-2013, y leído por 173 visitantes. (1 voto)


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