El 17 de octubre de 1815 el emperador Napoleón es retenido por los británicos en Santa Elena (isla perteneciente a la colonia inglesa, situada en pleno océano atlántico a 1900 km de África y 2900 km de Brasil).
Algunos de sus fieles aceptaron compartir su reclusión. Uno de ellos era Emmanuel de Las Cases, quién escribiría allí mismo el memorial de Santa Elena, dictado por el propio Bonaparte.
Napoleón muere el 5 de mayo de 1821 aún estando en la isla
No voy a detenerme en si la muerte de Napoleón fue producto de cáncer de estómago, afección hepática o envenenamiento. Tema que aún hoy está en discusión. Quiero señalar sus últimas palabras, las palabras que dijo en su lecho de muerte, que fueron las siguientes: “Francee, l´armée, Joséphine” (Francia, ejército, Josefina.)
Siendo Bonaparte emperador de Francia no me asombra que allá dicho el nombre de su estado. Siendo un militar conocedor de tantas victorias no me asombra que haya dicho “ejercito”. Lo que me asombra y en lo que me quiero detener es en la última palabra, en la palabra “Josefina”.
Josefina de Beauharnais, vizcondesa de Beauharnais, fue la primera esposa de Napoleón. El la hizo coronar en diciembre de 1804 emperatriz de Francia, (según se dice Napoleón, al ser extranjero, necesitaba casarse con una mujer francesa). Como ella era incapaz de darle un hijo heredero, finalmente se divorciaron poco después de 1810. Josefina la buena (como la elogiaban los franceses) se retiró entonces a su castillo (el castillo de Malmaison) donde finalmente murió en 1814.
Para mí que Napoleón haya dicho el nombre de Josefina antes de morir me parece un hecho asombroso. Él nunca la dejo de amar. La recordó hasta la muerte y, en el momento final, enunció su nombre con, sospecho, no agonía, sino felicidad. El amor hizo que ella siempre esté en su recuerdo.
¿Qué nombre diremos nosotros en nuestra Santa Elena? ¿Qué nombre diremos antes de morir? |