Aquel perro que encontré en la perrera municipal era un perro curioso, era una raza extraña.
Mezcla de muchas razas, tenia el pelo como un arco iris blanco marrón negro, gris y canela.
Arco iris así le llamé, por esa mezcolanza de colores que era su pelo, pero algo en su mirada
me capturó, tenia una mirada penetrante, y misteriosa, para ser un perro, sus ojos azul muy
claro eran preciosos, muy bonitos y pocos corrientes.
Le salvé de morir un poco mas y en la perrera hubieran acabado con su vida, todos se lo
llevaban pero luego nadie se explicaba porque lo devolvía y siempre que iban a matarlo.
Alguien lo salvaba de la muerte así llevaba años, empezaban a pensar que aquello era muy raro.
Aquel perro era cariñoso un buen perro nos hicimos amigos enseguida, no entendía el
porque de su abandono. La mansendumbre de aquel perro dejaba claro que era un animal muy noble.
Pasó el tiempo y el el perro amable empezó a comportarse de forma extraña, no sabia que le pasaba.
Pero algo en él estaba cambiando, por aquel entonces mi vida iba viento en popa, es cierto
que ya no dedicaba tanto tiempo a arco iris, pero¡¡ solo era un perro!!.
Empezaron a desaparecerme cosas pequeñas, números de tlf, las llaves del coche, el dinero.
Tuve que quedarme muchas veces sin salir cuando no eran las llaves, era el dinero, cuando.
No era un número de tlf, no podía ser tan despistado de hecho ese no era un gran defecto
en mi.
Al principio no quería reconocer lo que pasaba, y le echaba la culpa al trabajo y al stres.
Empecé a perder la confianza en mi perro, pero no podía echar la culpa de todo a Arco iris.
El cambio de carácter de mi perro empezó a afectarme y la templanza con la que siempre
me comportaba, pasó a ser ira, descontrolada, nunca pegue a ARCO IRIS.
Pero le gritaba, y me enfadaba con él una vez incluso le eche la culpa de todo lo que
me pasaba. Entonces preso de la furia, me fui hacia su caseta, dispuesto a destrozar
su hogar cuando descubrir, escondidas, bajo su camita, todo lo que me desaparecía.
El me miro con esa mirada que me enamoró y enterneció, agacho su cuerpo y se quedó
muy quieto esperando, le diera una paliza, antes de siquiera golpearle, empezó a gemir.
Ahí me di cuenta de mi egoísmo, ARCO IRIS solo quería que pasará mas tiempo con él
por eso lo de esconderme las cosas.
A veces pensamos que los animales no tienen sentimientos, pero ellos al igual que nosotros
son sensibles al afecto.
Desde entonces pasó mas tiempo con ARCO IRIS, debo de hacerlo bien, por que ya
no me esconde las cosas, es mas suele encontrarlas cuando las pierdo.
El otro día hablando con mi amigo me pidió ayuda me comentó que quería comprarse un perro.
Le dije si no vas a dedicarle tiempo, te aconsejo no te lo compres.
Loa animales no son nuestros juguetes, le dije tienen sentimientos, si no vas a cuidarle
nunca te compres un perro. |