El silencio solo se percibe gracias al sonido del vodka cayendo sin pausa en un pequeño vaso que se llena y se vacía tres veces en un instante eterno. Las mesas de alrededor son meras comparsas de la acción al igual que las vidas de sus ocupantes.
El liquido deja de fluir y el silencio desaparece convirtiéndose en unas manos que tapan los ojos de la imagen, sin ellos no existe nada, todo desaparece, se percibe una risa y la soledad de todo lo que rodea a la botella de vodka renace al paso de las manos que suavemente se trasladan a la boca intentando parar la sonrisa muda que reina en la sala.
Ya nada importa,
La botella está vacía y la tristeza bendice el baile embriagado por el alcohol, acariciando con una voz profunda, susurrando al oído de alguien que todo se arreglará.
Texto agregado el 29-04-2013, y leído por 140
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Lectores Opinan
06-05-2013
Así que fuiste tú el que me robo la botella de vodka . ¡ Vaya amigo ! autumn_cedar
02-05-2013
Muy bien escrito. Yo diría lo mismo pero con Bacardí. elpinero
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