Las cosas buenas llegan en cualquier momento, como también las malas. Y lastimosamente solo las malas llegan cuando espero las buenas.

Mi vida y mi suerte, cambiará hasta la muerte. Soy como un árbol seco que tiene un hueco en el corazón.
Porque cuando amo demasiado, pierdo la razón.
¡Oh corazón mío!; no pierdes la esperanza. Porque la cosa más bella llegará a tu lado. Será alguien que siempre te ha amado.

E ilusiones genuinas se apoderarán de ti y de todos tus sentidos.
Oh corazón mío; con esta poesía te has enamorado. ¡Así se hace!, porque este poema lo escribió mi mano. Pero en verdad te digo, no hay engaños;

Muy pronto estarás acompañado de alguien especial, y sin duda, será alguien esencial.
¡Vamos corazón!... sigue latiendo. Porque en un lugar del mundo, existe una persona que por ti está viviendo.

¡Vamos corazón!... sigue latiendo. Porque no solo tú sientes el dolor, yo también estoy sufriendo.
Este dolor que hay en ti, también lo hay en mí.

Este sufrimiento es compartido por los dos. Por eso digo; vamos corazón, pídele fuerzas a Dios.
Vamos corazón qué esperas, sigue luchando y no te mueras. Vamos corazón tú puedes. Sigue adelante y no te quedes.

(Miguel Andres Vásquez)
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