Llegaste sin avisar, así como cae en la flores el rocío de la mañana
como espontáneamente llega la risa de un niño que juega con su madre,
igual que se sonroja una adolescente al recibir su primer beso,
así como aparece el arco iris, después de la lluvia, así llegaste.
Y sin avisar entraste, poco a poco abriendo las puertas
que en mi corazón ahogaban este amor que hoy por ti yo siento,
desatando un mundo de alegría y emociones, de pasión y esperanza,
invadiendo mi pensamiento con tu dulzura y ternura,
con tu inocencia y transparencia, sin avisar, así llegaste.
Y sin avisar, mi corazón a ti decidió entregarse, con sus miedos,
inseguridades y tristezas pasadas, sin pensar si mañana se sienta
como otras veces rechazado; sin temor de luego saberse herido,
porque el tiempo contigo, sin saber a ciencia cierta si es mucho o poco,
vale toda una vida de desasosiego y vacío por sufrir después tu ausencia.
Así llegaste..... y con tu encanto me hechizaste.
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