Carta para yaneth:
Sí aquí otra vez, y de pronto todo se viene encima...
Mujer sabes que eres distinta, sabes que sales de lo normal, y como
Tal rareza... estas sola... pero te gusta por que te criasteis en ella... duele aveces...
Por que cuando alguien se atreve a tocarte, rara mujer, crees que puedes ser...
Olvídalo no es así!!!.
Es tu boca de carne rosa, que parece figurar rosales, rosales.
Son tus dedos mordidos, pues tu cuerpo no resiste tanto brillo.
Tal brillo que te llegas a opacar... te ves como tal obsidiana.
Hay yo, yo; cuanto tendrás que no puedes verlo todo... hay mucho que
Ver, tanto que no lo miras...
Hay mío, mujer cartón, observa tu silueta plasmada en el cielo,
Se ha nublado, caen de ti lluvias, lagrimas que azotan su espalda, te veo
Mujer que única, tan extraña como un diamante, mas aun por que un diamante
Que brilla de negro no he de ver jamas.
Tus lunares son marcas de rareza y juegan en tu cuerpo, como hormigas dulces...
Si, hay un diamante, que tu pecho derecho da a los amantes que osan tocarte...
El brillo de lo extraño.
Mirad sus ojos rasgados, sinónimo de tristeza en risa; profundos y obscuros,
Puedes vivir en ellos.
Escucha su voz, mirad cuando toca un ángel...
Pues sonar hay, y rosas suaves caen en cada pisar.
Muy extraña soy, y si no me autoescribo... no podré jamas ver lo que él vio...
Que detalle, su cola de terciopelo, piernas gruesas, fuertes... cierran
Cual pestaña en tu boca.
Haz soplado en su oído?, Su cuello... ?
Haz tocado su ombligo... ?
Tendrás un gesto de grito y placer, oh mujer.
Aprenderás a frenar antes de chocar,
A huir cuando el sentir te traiga vida,
Mas piedras, mas cemento y cubre tu cuerpo...
Aprenderé, si lo haré, a no caer en tu dulce piel otra vez...
No otra vez... aunque quiera caer 1000 y 1000 veces dentro de ti, dentro de mí...
No otra vez.
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