PERFUME DE MUJER
Cada sentido tiene su cofre de recuerdos, de aquello que hemos vivido, pero pasó a la categoría de tal, cuando muerto descansa en la memoria. Mi olfato, sin duda alguna, es el que ha exhumado a la mayor parte de ellos. No digo que la mayoría estén relacionados con los olores, ni mucho menos, digo que un olor es el que ha sido el emergente, por asociación, de algo que permanecía casi ignorado en un rincón y que tal vez hubiera pasado al olvido de no ser por ese hecho fortuito, algo así como una resurrección olfativa, no el mimo aroma, sino un aroma que me hizo recordar al que fue y me cuenta una historia. Cada olor me lleva a un distinto escenario, olor a comida a la casa de mis padres y mi abuela, . El olor a asado a mi pueblo y los amigos, a pino el cementerio. Distintas mujeres con distintos perfumes, no podría decir que perfume usaban, es el perfume quien las convoca y trae otros recuerdos sensoriales para ayudar a corporizar la imagen. Entonces veré sus cara, sus cabellos, el color de sus ojos y sus labios, la forma de su cuerpo. Mis manos y mis dedos me dirán de su piel, de su tibieza, de la tersura y la forma de sus pechos. Jugaran en mi oído sus palabras y el sabor de su boca y de sus besos. Pero a veces, muy pocas veces, cuando la imagen y el recuerdo son muy fuertes, busco el aroma que la identifica, como aquella que tenía un olor salvaje, que fue solo una noche y fue la noche, en que todos mis sentidos estallaron. No recuerdo su voz, no se su nombre. Se que tenía labios tiernos y ojos grises, una piel morena deslizante, y olor a humo en su cabello negro.
el maldito
|