Me dijero que no sé hablar de amores
y que no soy romántico.
Demostraré lo contrario.
Afinen la lira de sus sentimientos,
pongan a tono el diapasón
de su exquisito romanticismo,
que aquí va un poema magistral:
(Talvez no sea plenamente original)
Cuando un amor se enferma
por no ser correspondido,
pasa a ser amorbado;
Cuando se le impide
manifestarse libremente,
es amordazado;
Si lo manifestamos sin personalidad,
es amorfo;
Cuando el amor sufre un golpe,
se muestra amoratado;
Cuando el amor muere,
queda amortajado.
Cuando se ama con hambre,
¡a morder se ha dicho!
¿Quién dijo que no soy amoroso
y sentimental en grado 33? ¡Ah!
Texto agregado el 24-04-2013, y leído por 221
visitantes. (14 votos)