La mosca revuela por encima de un hocico
Se contonea con sus alitas de esquina a esquina
De cristal a cristal
Hay lenguas cabalgadas por colmillos
Persiguiéndola
Sisea
Sisea
Y airea reducidos entornos
Hay rabos que se agitan en el suelo
Excitados por el devenir de su
Minúsculo cuerpecito
Descansa contra la pared
Pero su vuelo es involuntario
Un gesto automático
Que la conduce al suelo
Bajo una garra obstinada