Te falle mi niña, se me marchitan tus sueños y también se me distorsionan.
Ni tan pura, ni tan compleja, ni tan risueña, ni tan frívola; no es fácil dejarse estar con el retumbar en el pecho de estas vocecitas de la niñez, mismos ojos misma tez, distinta visión del mundo. ¿En que momento me perdí? ¿En cual vuelta del planeta?.
A mirarme con otros; a cubrirme de manto de criticas, amarrarme mis chicharrones, hablar poco y pronunciar bien despacio, a ser mucho mas tolerante, disciplinada, “política”.
Ya no se que queda mi niña al exterior, dentro convivimos; la del Rock y los Aguinaldos, la del Ballet y Kickboxing, la de Mandarin y el Jivi, la de Cocina y Poesia, la Rebelde y la Pacifista, la escaladora de matas y la reina del sofá, la pedante y la pasada de pendeja. Por aquí, en esta batalla nos mantenemos mi niña, mi cachupina.
|