Da gusto ver una mujer que desnuda el alba con la vestida esencia de su mirada. Complace acariciar una mujer que despierta el sueño con el silencio de una sola palabra. Reconforta oler una mujer que hace callar el viento con la tenue brisa de su cabellera despeinada. Da paz escuchar una mujer que ilumina la noche con el leve reflejo de su piel nacarada. Es vida saborear una mujer que inunda el desierto con los besos de su alma entregada. Una mujer... Joan Bosch 06/03/13
Texto agregado el 18-04-2013, y leído por 162 visitantes. (7 votos)