Inicio / Cuenteros Locales / La_Pachamama / La culpa del Mendigo.
Aquella tarde, como tantas, aquel joven de aspecto flacuchento y andrajoso, hacía uso de sus artimañas para pedir limosna en aquella esquina tan concurrida.
De diez a doce eran sus horarios en la mañana y de cuatro a seis por la tarde.
¡Qué ser tan miserable! -- Pensé… al verle de aspecto tan normal.
Si tener una pierna coja y usar una muleta no es motivo de impedimento para no poder trabajar… - Seguía pensando -
Ida en mis pensamientos y ya cayendo la noche, tome mi bolso y las llaves de mi auto. Pensé en mi vida rutinaria, mientras bajaba los peldaños lentamente… tan sola, llegar a mi hogar frío… Se me ocurrió pasar a comprar al supermercado algunas cosas para cenar.
Miré hacia la esquina y aquel joven ya no estaba.
Después de haber tomado las cosas necesarias partí a la caja para cancelar, algo me faltaba… claro… ¡leche!
Rápidamente me dirigí a los lácteos, me agaché a tomar la última bolsa de leche que quedaba, mi mano fue a dar sobre una delgada mano masculina.
- Disculpe dama - dijo el muchacho
- Tome es la única que queda - prosiguió…
- ¡No!,- Le dije - prefiero de chocolate… me di media vuelta sin siquiera volverlo a mirar…
- Sinvergüenza -
Era el mismo tipo de la esquina, claro que bien arreglado, hasta buen mozo se veía… - ¡Dios mio! sin cojera y sin muleta-… ¡miserable!. Murmuré y me fui rabiando a mi hogar.
El sol que daba justo en mi ventana me hizo despertar temprano. Me levanté dispuesta a seguir a aquel individuo, dispuesta a desenmascarar al tipo que engañaba a la gente de buen corazón que día a día le llenaba su jarro de monedas y billetes.
El día se me hacía largo, el reloj no avanzaba como yo quería.
De tanto vi al muchacho dispuesto a partir, bajé rápidamente para seguirlo, dio vuelta la esquina, agarró paso firme y se dispuso a correr. Tomó una calle que daba hacía la costanera, yo lentamente conducía el automóvil. Por un momento pensé que se me había perdido, no me había dado cuenta que había entrado nuevamente al supermercado. La espera se me hacía eterna, salió de pronto con prisa, no sin mirarme extrañamente.
Con disimulo avancé y lo vi entrar a una pequeña casita que daba frente al mar.
Mi curiosidad fue creciendo, me bajé del vehículo y caminé hasta la puerta silenciosamente. No oí ruidos ni nada y de pronto una mano tomó de mi hombro y mis piernas se quisieron doblar del susto y del miedo.
Aquel joven de ojos verdes, apareció por el fondo del patio… y abriendo la puerta nuevamente me forzó a entrar.
-¿Por qué me siguió hasta aquí? - Me dijo enfurecido…
- Yo, tomando postura le encaré que era un sinvergüenza
- ¡Mírate! - Le grité-…
- Eres normal… estás engañando a la gente.
Sin defenderse y callado, me agarró del brazo empujándome a una pieza, el sol ya estaba bajando, aquella hermosa vista por unos segundo me distrajo. Aquel inmenso ventanal, dejaba ver la majestuosidad del mar y el sol perdiéndose en el horizonte.
El joven, me llevó frente a una cama donde yacía un cuerpo pálido y frágil.
- Es mi hermano, hace cinco meses que está postrado por culpa mía.
Yo, sin entender nada, muy confundida solo logré balbucear unas breves palabras.
- Hay hospitales- le dije…
- No, ya lo intenté todo y mi hermano no tiene cura.
- Fue una noche horrorosa - me dijo… Mientras las lágrimas caían por sus pómulos huesudos.
- Yo conducía el auto… y la lluvia y el pavimento resbaloso me hicieron perder el control en una curva.
- Perdí a mis padres aquella noche y a mi querido y único hermano lo estoy cuidando, ya que es lo único que me queda de mi familia y sé que nadie mas que yo lo cuidará con amor, le hará compañía y es por eso que pido limosna, en ningún lugar me pagan lo suficiente por trabajar cuatro horas al día.
- Joven lo siento… no me dé mas explicaciones…
- Di una mirada a aquel joven que estaba postrado en aquella cama, tenía un rostro angelical.
Partí de aquel hogar con una extraña sensación. Traté de recordar desde cuando me había puesto tan amargada.
Pasé la noche dando vueltas y vueltas en mi cama, hasta que amaneció no me abandonó esa sensación extraña de culpa.
Desde mi tranquila oficina no divisé en todo el día a aquel joven, intranquila decidí ir al cierre de mi jornada a pedir disculpas.
Tomando el rumbo partí a la calle que daba a la costanera, desde lejos se divisaba la pequeña casa.
Toque la puerta y nadie respondió… Golpeé mas fuerte y no hubo respuesta, curiosa fui a la parte de atrás, la puerta de la cocina estaba abierta. Entré, no encontraba a nadie, fui a la pieza donde había estado la noche anterior, llamé suavemente, no obtuve respuesta empujé la puerta y entré.
El sol estaba ya perdiéndose, aquella pieza estaba vacía, la cama tendida perfectamente.
Sobre una mesita quedaba una bolsa de leche y al lado una nota…
“Dama, anoche partió mi hermano a un lugar mejor… Yo comenzaré una nueva vida lejos de aquí.. Terminó de pagar su culpa el mendigo… Firmado: Angel”
Me tiré sobre la cama y lloré como nunca.
Aquella esquina había sido tomada por otro mendigo…
Bajé de mi oficina y fui donde estaba aquel hombre, le tomé su arrugada mano y mirándole a los ojos le entregué unas monedas.
Sentí que mi corazón estaba volviendo a latir…
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Texto agregado el 12-08-2004, y leído por 5146
visitantes. (17 votos)
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Lectores Opinan |
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28-02-2014 |
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Esa "dama" da su limosna por el motivo y no por el castigo. Eso entendi entre lineas. Tu escrito guia y conduce..1/2 ambrocio |
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20-04-2006 |
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Es una hermosa narración, confieso que al final me llené de sentimiento, imágenes de pequeños trozos de mi vida (siendo yo un hombre normal), pasaron por mi mente. De repente la vida cambia, por algún suceso, el mendigo es un claro ejemplo del amor y la paciencia. Seguro estoy de que su duelo será igual profundo. Tal véz por algún otro acontecimiento su vida tomará otro rumbo.
Es muy claro y además bello. Hericuento |
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28-07-2005 |
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La pluma se viene encima de nosotros y nos susurra al oido como piedrazo en un portón de la lata más chillona. Zapatazo de conciencia y tu inconfundible pluma de especialista. Que bueno es volver. Un abrazo. cao |
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27-07-2005 |
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Nadie cuenta como tu!... Te dejo mis estrellas y un beso. debbie |
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30-06-2005 |
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Me gustó tu cuento muy original, si me permitis como ayuda te diria lo que una ves me dijo un profesor a mí, respecto de los diálogos. Son muy páquetes...tiene que ser mas reales, eso de que le digas "jóven", o que el te diga "dama", ¿ no es muy formal para estos tiempos?.No es la manera usual de dirigirse a alguién. El resto me pareció muy lindo.
Goyo |
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27-05-2005 |
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Que bueno, me hizo pensar en lo injusto e intrometido que un es al juzgar a las otras personas y lo sabio que es mirarse al espejo y juzgar el propio accionar. Saludos. andes |
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11-12-2004 |
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Excelente relato. No pude separar los ojos ni un solo momento de él. A veces solemos emitir juicios a la ligera sin profundizar en las razones que impulsan a las personas a hacer ciertas cosas. Una historia que invita a reflexionar. Mi abrazo y mis estrellas. Dainini |
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10-11-2004 |
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Hoy me atreví a volver a este cuento hermoso. Siempre que lo he leído me ha tocado fibras muy hondas. Gracias, muchas gracias, Pachita. islero |
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22-10-2004 |
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La vida está llena de esquinas, me ha gustao, me gustan las cosas grandes y a la vez sencillas. Saludetes.
nomecreona |
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08-10-2004 |
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Querida amiga, tu cuento refleja realidades cotidianas... ¡cuántos hay que piden limosnas por su familia que sufre, o porque no consigue trabajo! Nadie sabe lo duro que es pedir... sólo aquel que se hace duro recibiendo portazos en la cara o miradas frías. Un abrazo enorme y tus estrellas. neusdejuan |
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06-10-2004 |
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Es un gran texto. Cuantas veces obramos y juzgamos sin conocer a plenitud las realidades de los demás. Este relato nos muestra, lo que hay en el otro lado de la moneda....muy bello Pachita, un gran abrazo. meci |
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21-09-2004 |
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Un corazón que vuelve a vivir, dando, no es un corazón cualquiera. Es un corazón que no puede pararse nunca.
Estrellas, amiga mía. rodrigo |
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21-09-2004 |
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¡Que vengan más cuentos! Hay sed y hambre! Un abrazo, querida amiga. Máximo islero |
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15-09-2004 |
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jeje, es super entretenido , me encanto , de verdad que cuesta ser critico cuando no se pretende ser un experto y los errores no se encuentran por ninguna parte , solo puedo decirte que te regalo mis cinco basureros y no precisamente por caridad . cjsdj |
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10-09-2004 |
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bellísimo cuento que ya leí dos veces, me encantó en su todo, mis estrellas todas
un beso india |
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04-09-2004 |
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Tú cuento me ha hecho pensar en que aunque tengamos los ojos muy abiertos, solo vemos lo que nos permite ver nuestra vista, no más allá.
Para juzgar se ha de saber sobre lo que juzgas.
Me ha parecído un texto fantástico. Mis felicitaciones . Un saludo. SOL-O-LUNA |
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03-09-2004 |
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Que preciosidad, y que prodigio el tuyo para relatarlo, bueno sin lugar a dudas las mascaras siempre existiran pues desde ya tenemos esta coraza llamada rostro, ojos, brazos... bueno, me encanto, te mando mis estrellas y un besote. Aramis |
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22-08-2004 |
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Amiga: me has emocionado y emocionado muchísimo. Por eso hay que mirar mucho, callar, antes de juzgar. Me has dado una gran leección. Una galaxia de estrellas, pues me gusta gritarlas. Es mi gusto. Máximo islero |
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15-08-2004 |
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Querida Pacha, ¡que historia has elegido! Ruda y transparente; miserias e infortunios. La vida que traspasa las apariencias y muestra su destino cruel; y tu curiosidad que encuentra a ese otro en su torbellino y descubre en ti emociones hasta entonces aquietadas. Un gran abrazo, querida amiga. María Rosa Shou |
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14-08-2004 |
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Eres un amor Pachamama ¡Qué buena reflexión! Con cuanto rigor analizamos la necesidad o no que tienen los demás, para darles algo que nos sobra. Y qué poca tenemos para analizar si nosotros necesitamos o no lo que pedimos para nosotros. Si en justicia nos corresponde todas las oportunidades que la vida nos ofrece. Besos y felicitaciones ¡Muy bueno este texto! maravillas |
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13-08-2004 |
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Es magnífico tu texto, amiguita, de una lectura que sorprende por lo rapidísimo que se hace, como dice sendero, y tiene un trasfondo hermosísimo tu texto. Me ha gustado la historia, la persecución, esa curiosidad que lleva al enfrentar un problema más frecuente de lo deseado y lo haces con maestría, cuando no es tan fácil. Muy bueno, amiga, buenísimo!! Un fuerte beso!! Loboazul |
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12-08-2004 |
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Muy buena narración, y muy bien llevado el tema. Mis estrellas. carloel22 |
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12-08-2004 |
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Buena amiga... mira lo que hace la curiosidad, tu relato bien escrito, las cerca de las mil palabras, se leen en un santiamen.Aunque tu propuesta es justificar la limosna, que es lo que da pie a tu historia.Bien llevada, problema frecuente y sin duda un problema de conciencia... un abrazo
ruben sendero |
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