Una vez encontré en mí un sentimiento extraño, me sentía invadida por muchas emociones pues este sentimiento tan desconocido hasta entonces para mí, me hacía soñar, me hacía vivir feliz y así caminar por la vida con una sonrisa en el rostro y una cierta luminosidad en los ojos que le daba un nuevo resplandor a mi semblante.
Con el tiempo llegué a comprender que ese sentimiento que me hacía sentir viva se llamaba amor, pero también comprendí que era una emoción tan abstracta que por más que me esforzara nada sería suficiente para entenderlo. Después de meditar mucho a cerca de lo mismo decidí ponerle un cuerpo a este sentimiento llamado amor, para así hacer más fácil su comprensión.
Pensé en que este cuerpo tenía que ser frágil, reflejarme íntegramente, y por supuesto, demostrarme que soy un ser con vida y hacérmelo sentir en plenitud.
Después de toda esta reflexión decidí que el cuerpo más adecuado para mi sentimiento sería .... un espejo elegido especialmente por mi.
Sin perder tiempo busqué un espejo y lo ubiqué en un lugar de mi casa y poco a poco se fue transformando en el más especial de todos.
Día tras día me ubicaba frente a él, ¡cuán hermoso era observar lo que aquel espejo proyectaba!, producía una sensación como si un millón de mariposas revolotearan traviesamente en mi estómago.
Pero un día no se bien el por qué mi espejo se quebró, yo muy desconcertada vi como cada uno de mis sueños, mis proyectos y mis recuerdos quedaron dispersos por el piso, convertidos en mil pedazos.
Recogí cuidadosamente cada trocito y me empeñé en reconstruir mi querido espejo. Así fui pegando una a una cada pieza, al concluir mi labor lo puse en su lugar, me ubiqué frente a él y nuevamente vi la imagen que proyectaba, fue entonces cuando sucedió lo inesperado, todo se veía muy raro, nada estaba en su lugar, mi espejo ya no era el mismo, mirarse en él ya no se sentía igual las traviesas mariposas habían desaparecido . Fue en ese momento en el que aprendí la lección más grande de mi vida y que me ha acompañado año tras año hasta el día de hoy:“Una vez que tu espejo se ha roto, por más que te empeñes en reconstruirlo jamás volverá a proyectar el mismo reflejo”.
Hoy mi espejo continúa en un lugar de mi casa, llenándose de polvo en el baúl de mis recuerdos.
Cuida tu espejo, pero cuídalo hoy, mañana puede ser demasiado tarde....