Si; Dejaste de acariciar los remolinos de la luna
con tus manos excéntricas de viento
y así prosperaron las profundas huellas que surcan
el espacio oscuro desmigajado
entre la infértil arena de la duna
y en el impasible trasnochar del tiempo.
Olvidaste los ojos colgados en el cielo
como un olivo olvida a sus aceitunas
cuando estas caen inertes al suelo;
Como la verde rama ignora al sarmiento
que se transforma de primavera a otoño
sin transitar verano ni morir de invierno.
Apuraste de un trago la locura de la lluvia
en un hueco de entre las manos
y se silenciaron los latidos que llegan a los dedos.
Se inauguró de fría noche la duda
y se impregnó de fría duda lo cierto.
Olvidaste encender las luces tras tus pasos;
Y el sol se me murió tierno.
Texto agregado el 16-04-2013, y leído por 318
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Lectores Opinan
09-05-2013
que placer da leerte, me encanta haberte hallado!****** chingola