Peter y Mary Lawford circulaban en su vehículo a gran velocidad, disfrutaban de una merecida luna de miel, su noviazgo había sido un verdadero martirio, él provenía de una acaudalada familia y ella era una simple periodista.

Ante la tenaz oposición de los Lawford ella con gran dolor de su corazón rompió el noviazgo, Peter desesperado, recurrió a todos los medios a sus alcance para recuperarla, finalmente en un programa de televisión contó su historia, rogó, suplicó e imploró a Mary que le aceptase como marido, ella al teléfono entre lagrimas lo aceptó de inmediato, esta historia amorosa y lacrimógena (muy del gusto del público americano) alcanzó enorme repercusión mediatica, la familia de él (sobre todo por miedo al daño que podría hacer a sus empresas) la aceptó públicamente en una petición de mano que fue televisada, lo mismo que el enlace.

Comenzaron su aventura matrimonial recorriendo Europa, tenían todo un mes por delante y la vida les sonreía, estacionaron frente a un Banco, necesitaban retirar dinero para proseguir viaje, él se apeó y ella permaneció dentro del vehículo, no habían transcurrido ni dos minutos cuando Mary escuchó un disparo, lo único que pudo ver fue un hombre corriendo y el cuerpo sin vida de su esposo en el suelo.

Pasaron dos lentos y amargos años, Mary comenzaba a retomar su vida a pequeñas bocanadas, aquella mañana se arregló con esmero, se miró al espejo y comparó su imagen con la de la foto que reposaba sobre la consola, estaba irreconocible, se había sometido a una operación de cirugía estética que mejoraba considerablemente lo de que ya de por si era perfecto.

Por su trabajo para una periódico de gran tirada, Mary debía entrevistar a un preso sobre el que pesaba una sentencia de muerte, su ejecución era inminente, le habian conducido a esa situación sus muchos crímenes, de los que nunca se había arrepentido, tenía fama de ser sanguinario y despiadado, la vida humana para él carecía de valor, y la que menos, la suya propia, de la que hablaba como de un lastre del que estaba deseando deshacerse.

Después de atravesar controles de seguridad puertas blindadas y pasillo interminables Mary acompañada por un guardia se encontraba frente a frente con Jhon Delinger, un escalofrío recorrió su columna vertebral, pero su profesionalidad estaba por encima de sus miedos, el hombre se encontraba tras una cristalera a prueba de balas, enfundado en un mono color azul marino, lo que más la impresiono fueron sus gélidos ojos grises que se clavaron en los suyos de forma hiriente, ella mantuvo la mirada y comenzó la entrevista, le sorprendió su frialdad, contestaba cada una de sus preguntas sin omitir ningún detalle recreándose en los más escabrosos, nada parecía afectarle , solo advirtió un atisbo de algo parecido a emoción, cuando relato su detención, la mayoría de sus fechorías las había perpetrado en Europa, pero regresó a EE.UU. por el fallecimiento de su madre, el único ser por el que parecía haber sentido algo similar al afecto, y como al salir de su entierro fue detenido.

Mary continuó su artículo visitando periódicamente al preso, el día de la ejecución ya se había fijado, solo faltaba una semana, aquella mañana la frialdad de los ojos de Jhon había desaparecido, tras las muchas entrevistas con aquella bella mujer algo había mutado en su corazón..la amaba, empezó a considerar la vida como algo muy preciado que ahora se le hacía insoportable abandonar, la deseaba desesperadamente, no quería morir sin haberla besado, sin haberla estrechado contra su pecho…DESEABA VIVIR.

Mary, escucho la declaración amorosa de Jhon sin pestañear, se limitó a sonreír amargamente,(nunca por muchos años que viviese podría apartar de su pensamiento la imagen de aquel hombre) se despidió para siempre, dejando tras de sí los gritos desesperados del reo clamando su nombre ¡!MARYYYYYYY!!.

Jhon custodiado por los guardas entró en la sala de ejecución, la silla eléctrica estaba ubicada en una especie de cabina acristalada, desde donde tenía perfecta visibilidad del público presente, reconoció a los padres del “famoso pringado” al que había asesinado en aquel banco en Londres…y Mary? Porque estaba allí? Un rayo atravesó su cerebro al mismo tiempo que una fortísima descarga eléctrica recorrió el cuerpo de Jhon haciéndole convulsionar interminables segundos hasta que su cuerpo se relajó por completo... de los labios de Mary como una plegaria se escapó un suspiro de alivio, su suegro la abrazó dulcemente al tiempo que musitaba en su oído !!BIEN HECHO MARY, MISIÓN CUMPLIDA!!