Con el primer aliento de la aurora Abre la nube su cendal de nieve La fresca agua del mar bebe Y de rosado tinte se colora Impelida por los vientos, ora Acariciada por el aura leve Con repentina ondulación se mueve Y la serena inmensidad devora Al divisar en bonancible suelo Olas de mieses y tapiz de flores Sonríe, goza y encadena el vuelo Más al mirar asolación y espanto Odios, guerras muertes y dolores Lanza un gemido y se deshace en llanto.
Texto agregado el 14-04-2013, y leído por 151 visitantes. (2 votos)