Así estaba el día
cuando me fui de la casa
los gorriones se mantenían
tímidos y ninguno cantaba,
el cielo era una tumba,
una tumba que lloraba
sobre el engangrenado cementó
que nadie pisaba
Así estaba el día
cuando me fui de la casa
ese día donde el cruel viento de abril
me ataba con sus hilos,
y mi esqueleto se volvía
marioneta que danzaba
y los perros gritaban,
y los gatos temblaban,
y cada ser humano era un demonio
que habitaba el tieso y hostil mundo
donde yo me encontraba
Así, así estaba el día
cuando me fui de la casa
con la lluvia que empapaba
con la duda que apretaba
con la experiencia adolorida,
maltratada y embriagada
sin moneda en los bolsillos
con el frió de cuchillo
con los pies dando mil vueltas
como si a un sitio llevaran
así estaba el día
el miserable día,
el burdo día
Así estaba el día
cuando me fui de la casa
Texto agregado el 14-04-2013, y leído por 214
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