Aquel mar tan inmenso, tan bello, cuando adquiria esa tonalidad verde turquesa.
Un mar misterioso lleno de leyendas, de fàbulas, lleno
de voces, y silencios.
Fabian era un chiquillo huèrfano criado a la vera del mar.
No era hijo de nadie , vivia aqui, y alli, donde le dejaban dormir.
Fabian sentia una gran atracciòn por la mar, su ilusiòn era ser marinero.
Algùn dia tendria un barco y seria el capitan.
Ese era su sueño, solia andar descalzo por la arena hùmeda
y mojada de la playa al amanecer, andaba y daba grandes paseos.
No sabe como aprendiò a nadar pero se sentia còmodo en el agua.
Se sumergia muy amenudo y cada dia aguantaba mas sin salir a la superficie.
Asi aprendiò a ver bajo el agua, le encantaba ver la rica faùna
que se escondia bajo la superficie.
Empezò a coger ostras y a coleccionar perlas, las guardaba
como tesoros, no le gustaba decir donde las encontraba.
¡¡Algo, alguien...!! las voces del mar esas que se escuchan.
Cuando estas fuera del agua le decian que debia proteger
sus tesoros de la curiosidad humana.
Una de esas veces encontrò una casaca reluciente como el oro.
Era una especie de tùnica cuando la encontrò pensò
que era un manojo de algas, pero al secarse resultò ser una
prenda reluciente y brillante, que en alguna ocasiòn se ponia.
Sobre todo en las noches de niebla cuando no se veia a dos palmos.
Està prenda le permitia ver en la oscuridad, no perderse, y saber
en todo momento por donde nadaba.
Asi se ganaba la vida con lo que conseguia del mar.
El mar le daba cosas que èl podia vender, pescado, algas.
Cogia caracolas bellas y de formas originales.
Con el tiempo empezò a hacer collares y pulseras que siempre vendia.
De està forma aquel chiquillo se sentia ùtil daba sus tesoros
a cambio de algùn sitio donde dormir.
En aquel pequeño pueblo pesquero todos se conocian.
Alguien se fijo en aquel niño quisieròn llevarlo aùn orfanato.
Las asociaciòn de las Damas del " AMOR A DIOS".
Su presidenta una irreverente señora, que no soportaba
que un niño viviera su vida fuera, del orden establecido.
Todas estas voces corrian de boca, en boca.
Los rumorres corrian como en forma de oleadas.
Entre los pescadores, los vecinos, los niños de aquel
lugar pero nadie le decia nada todos se callaban.
Cuando veia a Fabian, murmuraban entre ellos.
Pero el lo supo mucho antes que los demàs.
La mar se lo dijo eran las voces de la mar su amiga.
Por eso decidiò esconderse y dejar que pasarà el tiempo.
De esa forma Fabian desapareciò y no hubo quien lo encontrara.
Durante muchos años nadie supo de Fabian, algunos
pensaban que la mar se lo tragò.
Habia quien pensaban que era una criatura marina que se transformò
en humano durante un tiempo.
Otros una quimera que el mar expulso un dia de tormenta.
Pero Fabian estuvo siempre cerca de ellos en aquel pueblo
marino creciò y se hizo mayor y con sus tesoros.
Consiguiò un barco y se hizo capitan, y un buen dia
atracò en aquel puerto que lo viò crecer.
Està es la historia de Fabian el niño huerfano.
Un dia las voces del mar le avisaròn del peligro.
Y otras los silencios acompañaròn su vida, el mar
le protegiò y lo acogio en su misterio.
Y cuando pudo se hizo mayor y pudo ser visible
a los ojos de todos era un hombre adulto.
Y Fabian prefiriò guardar su identidad, la mar
se lo volviò a decir era mejor guardase de la curiosidad humana.
Siguiò navegando por el mundo en su barco, cerca
de la mar su amiga, su confidente, su mejor familia.
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