Cierta noche saltaron la reja del jardín y nadie sintió nada, robaron el espejo retrovisor del automóvil usado que mamá compró
con sus ahorros y un préstamo familiar, este se convirtió en la servicial joya de la familia. Mamá dejaba en el colegio a mí hermana y a mi me acercaba a la Facultad.
De vuelta mamá llegó más tarde cansada,contenta. Y nos dijo:Todo tiene arreglo en la vida.Vimos el vehículo y tenía el espejo.

-Pero no es solo eso, le hice colocar una buena alarma.Voy a dormir confiada.Ya vamos a comer algo, es tarde.
Felices nos juntamos en la cocina, para servirnos un plato liviano. Mamá con una permanente sonrisa a flor de piel.
Y esa noche la alarma sonó. Mamá con la linterna
y yo, nos levantamos. Miramos por la ventana y la luna alumbraba el vehículo y no se veía nada raro. Nuestro gato jugaba con gatos vecinos justo arriba del auto, mamá temblando dijo :Vamos a dormir confiados. Esta alarma es demasiado sensible
Nos dormimos al amanecer. Nos levantamos muertos de sueño.

Silvia Parra B.