He perdido mi agenda naranja mientras conversaba con una amiga por Rampa Zara. Me encontraba absorta entre lo que ella pensaba y lo que yo escuchaba. Venía caminando, pensaba en medio del amplio parque, de lo que podía esperar de la tarde, eran las siete de la noche?, no he podido diferenciar la tarde de la noche. Serà porque en primavera y en Italia el sol se oculta tarde.
Pues bien caminaba, despuès de dejar el manuscrito de Anna al profesor pugliese, luego de comerme; dos vasos de mazamorra, tres paquetes de galleta, beberme dos vasos de agua y sentirme profundamente incomprendida de no sè por què, ni sè què.
Pero yo continuo y resisto como las rocas en medio de su faena de amor, yo pienso que las rocas en el mar, hacen el amor, no sè, por què, aunque estèn duras y pensativas, secas, saladitas, inmutables, ellas hacen el amor. Es cierto, no lo puedo reproducir a mi manera, porque yo tengo distintas formas de hacer el amor, según mi consejera y amiga Evelyn C.
En medio de mis pensamientos chiflados y descompuestos, pero muy libertarios, pienso que hago y rehago el amor con los platos. Mi forma de amar es simple: les pongo una dedicación incomparable.
Antes de ir a trabajar al restaurant me preparo delicadamente, es verdad, que en ocasiones, la tristeza me invade, pero en la mayoria de veces, soy una star. Me delineo los ojos, me pongo una ropa ceñida o transparente, y si me siento màs libertaria, una totalmente holgada.
Seguramente la pasión por los platos, desperto un lado oculto en mí: la dedicación y el valor.
La dedicación porque tengo una puntillosa manía al ver mis platos ir a la mesa de los clientes, quiero verlos brillar. Y de valor, por la entrega frontal y directa e incondicional dirigidas a ellas.
Al llegar al restaurant, me cambió rapidamente y mi jefa, que es una señora bastante seria, me deja disfrutar del amor lavatorio, me deja ser y mezclarme entre los olores de un plato de pasta a la carbonara y las pizzas.
Simplemente me permite recrearme entre la comida deshechada y los platos sucios, me deja en medio de la suciedad y yo siento una satisfacción personal, por ser útil y requerida.
Entonces, empiezo a amar delicadamente a cada una de mis criaturas, las lleno de tanta serena complacencia y violenta lujuria lavatoria.
?Pero està mal mi soledad?, es anticonstructiva mi soledad? o simplemente soy libre, eligiendo què amar desenfadadamente. |