Aquellos dos que bajan la escarpada de una estrecha y difícil senda dura van a adentrarse en una selva oscura por un viviente nunca otrora hollada Dante el poeta con Virgilio el guía en docta discusión enajenados, llegan a donde muchos condenados esperan que Caronte les de el via . Ante tanto dolor y tanta pena Virgilio explica y Dante se conmueve viendo la barca de su carga llena. A lo lejos los fuegos del averno... En vano es que alguien la esperanza lleve a la demora del castigo eterno.
Texto agregado el 11-04-2013, y leído por 393 visitantes. (12 votos)