Ambos eran muy amigos, hacían todo juntos, comían, conversaban, jugaban e iban a la escuela juntos.
Ambos iban a la misma aula y se sentaban juntos, no tenían más amigos que ellos dos y es que Ricardo era un niño extraño y solitario al que nadie se le quería acercar más que su inseparable amigo Ignacio.
Pero una tarde Ricardo decidió que era hora de hacer más amigos que Ignacio y aprovechó un día que Ignacio no fue al colegio para acercárseles a sus compañeros y jugar al fútbol con ellos.
Al principio lo miraron raro pero luego lo aceptaron, después del partido los niños fueron a la casa de uno de ellos a conversar, Ricardo mostró que era un conocedor de superhéroes y pasó toda la tarde contando las historias de sus superhéroes favoritos mientras los otros chicos opinaban y escuchaban con atención.
Aquel día fue cuando Ricardo se integró al grupo y Ricardo pudo despedirse de su amigo imaginario Ignacio para siempre.
FIN
Texto agregado el 11-04-2013, y leído por 142
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Lectores Opinan
11-04-2013
Una conmovedora historia con un remate preciso. Me encantó.
Un abrazo. gsap
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