La lluvia comenzó llegando
como una casual cita a ciegas
que jamás pensé encontrar.
Como no tuve nada más que hacer,
jugando escondidas, me acompañó.
Esa música de Chopin y el humo
de un puro, para dañar el alma.
Aquella tarde, ya no era la misma.
Un revoloteo de cosas profundas
puso alas a una sencilla obsesión
borbotando palabras al azar
cual pájaros de extraños colores.
Y así, sonriendo con lágrimas,
me habité un trozo del paraíso.
Texto agregado el 10-04-2013, y leído por 341
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Lectores Opinan
10-04-2013
Aves del paraiso alimentando obsesiones. Se puede llorar de alegría claro que sí. lekapi
10-04-2013
Hay tantas "cosas profudas" en nuestro interior que a veces afloran provocando sentimientos diversos. Me atosigó "el alma" el puro, porque dejé de fumar hace 40 años. simasima
10-04-2013
que se desato primero, la lagrima o la sonrisa?********** pensamiento6