EL VENADO

El venado raquítico era un animalito muy tranquilo.
Era audaz en sus andanzas por la espesura de aquel frondoso bosque.
Vocero lo llamaban, por los bramidos que exhalaba cuando
llegaba la época de apareamiento.
Era el que mas vozarron tenia, las hembras quedaban prendadas.
De aquel torrente de voz, y no había ni una que se le resistiese.


Por eso los machos de la manada le tenían tanta manía.
Cuando llegaba la época de celo todos quería pelear con él.
Todos le retaban sin piedad, todos querían medirse y dejarlo
en evidencia frente a las hermosas y exhuberantes hembras.
Pero él todo un venado aunque raquítico era altivo y musculoso.
Tampoco tenia rival en el arte del cuerpo a cuerpo.
Tenia medio desmochados a una docena de venados
de hermosa cornamenta, tan grande ò mas grande que la suya.


Un día la hembra mas bonita, quiso ser montada por vocero.
Pero este harto de fecundar a media docena de hembras .
No podía montar a mas hembras necesitaba reposo.
Ella vanidosa y casquivana se molesto tanto, que
planificó una venganza.
Un buen día tonteando con vocero, lo fue llevando
hacia un coto de caza, fuera del bosque.
Y una vez que Vocero estuvo dentro del coto y en temporada de caza.
Empezó a ver volar balas a diestro y siniestro, el seguía
todo preocupado por la hembra, hasta que se dio
cuenta que ella no corría peligro.
Ella le gritaba y le decía...
¡¡ Haber si eres capaz de esquivar balas..!!
Y acto seguido, salió de allí dejando a vocero a su suerte.


En aquella aventura a parte de los reflejos de Vocero.
Lo que mas le ayudo a salir de aquel coto fue su extremada delgadez.
El ser raquítico le salvo la vida, las balas silbaban y rozaban.
Su esquelético cuerpo y en mas de una ocasión al huir dobló
pezuña y este tropiezo le salvo de ser agujereado como a un colador.
Cuando ya a salvo volvió a su bosque después de dos días
de andar perdido, al verlo todas las hembras lo recibieron.
Con alegría todas menos una que al verlo se quedó sin espiración.
Todos supieron de la encerrona de la bella cierva porque nada mas
dejarlo en el coto, se fue alardeando de bajeza.


AL salir una vez mas triunfante, vivito y coleando.
Volvió a ser el mas admirado, y el mas envidiado.
Y por el contrario ella la hembra mas hermosa empezó
a ser repudiada, y denostada por toda la. manada.
Su vileza que en un principio fue motivo de burla, mofa
y escarnio, se volvió en su contra.

Nadie quería una hembra tan vengativa y rencorosa.
No tardaron en expulsar de aquel frondoso y espeso bosque
a la cierva mas bella de la manada, nadie la echaría de menos.
Nada pudo hacer Vocero, cuando se enteró de esto.
Llevaba varios días descansado del stres al que
le sometió aquella hermosa cierva.
Vocero no guardaba rencor, él era así, raquitico,
musculoso, pero todo un caballero.