Un poco de hilachas para mí; grandes troncos para él. Montaña enorme y al parecer estable se hunde ahora: suuummm! Se desinfló. El aire que contenía la montaña-rodillas levantó un poco el ropaje-cubierta cuando estiré las piernas. Él voló: presenció un cambio geológico que yo jamás presenciaré. Y salió con vida!
Texto agregado el 09-04-2013, y leído por 234 visitantes. (3 votos)