LO MAS DIFICIL

Dicen que cuando los zapatos chillan es que no son propios y aquellos míos chillaban y sus gastados tacones sonaban como un tambor africano mientras avanzaba por el pasillo entre los lustrosos y pulidos bancos de la antigua iglesia.
Quería acercarme lo mas posible a la gran cruz que se alzaba detrás del altar mayor. Quería que el Cristo ollera lo que calladamente venia a contarle. El sabia lo difícil que resultaba expresar aquella oración y el sabia lo poco que yo creía en las doctrinas de la Iglesia por mis inclinaciones a ciertos principios filosóficos y por mi terca voluntad de aplicar mis razonamientos , ¡ Mi propia lógica!
Lo que se dice ateo nunca lo fui, pues mi sentido común siempre me indico que en el universo existía un orden y que ese orden debía estar comandado por un valiente e hidalgo capitán . Guiado por una voluntad infinitamente sabia .
Cuando ley el libro “The Secret” mis convicciones se fortalecieron aun mucho mas pero la experiencia acumulada por mis muchos años vividos, en mi mundo material, no siempre marcharon a la par con las experiencias espirituales las cuales llegan a nuestros sentidos en formas de revelaciones, de misterios ocultos en lo cotidiano de la vida . A mi llegaron como cuando rayas un fósforo en la oscuridad y , a veces, comprender la verdad revelada nos llega mucho tiempo después .
De tanto practicar la comunicación con el Universo comencé a descubrir de que cuando visualizaba y le pedía con fervor alguna cosa esta se materializaba y, entonces fue cuando callo el velo de uno de los misterios que el Cosmos me revelaba; existían dos voluntades, la voluntad que me obligaba a vivir de cierta manera y la otra voluntad que me permitía vivir como yo quisiera, de obtener bienes que por mis recursos no lograría alcanzarlos jamas .
De esa manera conquiste a Amalia, pidiéndole al Cosmos que Ella se rindiera a mis pies. Vislumbrando riquezas las obtuve , buenos autos, lujos, fiestas, viajes. Casi todo cuanto pedía al Universo este me lo concedia, mi vanidad a punto de estallar, satisfecho mi ego y llenos mis bolsillos. Solo tenia que enfocarme en lo que quería, solo tenia que controlar mis pensamientos, pareciera que le daba ordenes al Cosmos y esa voluntad miá, ese querer, se me complacía .
P ero, como indican esos manuales de sobre vivencia , solo debemos contar con lo que nos brinda el entorno , no podemos construir una cobija de ramas de cocotero cuando estamos en uno de los Polos del Globo
Todo me lo dio el Cosmos menos el variar la ruta inexorable de mi vida , El me dio los medios de conservar mi aspecto juvenil mas no para detener el curso de los años ni el deterioro de los órganos de mi cuerpo y todo lo que cambie o desvié por mi voluntad , poniendo en armonía mis pensamientos con el Universo resulto, al final, dañino o perjudicial para el transcurso natural de mi vida y comprobé que lo que sin pedir lograba me era de bien y provechoso .
La vil traición de Amalia enveneno mi alma , cobarde traición cuando mas la necesitaba . Recluido en el hospital por una embolia cerebral Ella confisco mis bienes con la ayuda de su abogado y amante dejándome en la miseria. Sin amigos sinceros por mi prepotencia de rico , despreciado por mi invalides , abandonado por mis familiares por mi repelente y constante desprecio a lo que califique de indigencia por sus humildes y sencillas formas de vida
Razón tenia mi madre cuando al comienzo de cualquier acción decía > Si Dios quiere. < Porque ella era de esas personas que dicen Hágase tu voluntad y no de esas, como yo, a las que Dios tiene que decirle hagan lo que les de la gana .
Perdón Jesús si no me arrodillo en tu presencia ,bien sabes que no puedo doblar mi pierna izquierda , perdón por no haber sabido lo que significaban tus palabras cuando postrado en la tierra de Getsemani ordenaste a tus apóstoles que te dejaran solo y expresaste aquella oración tan difícil de decir > Padre para ti todas las cosas son posibles ; aparta de mi esta copa , pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tu quieras... < No sea lo que yo quiero si no lo que tu sabes que es bueno para mi.
Señor tus proyectos son superiores a los míos... hágase tu voluntad siempre y no la miá porque tu voluntad es en realidad lo que conviene y prevalece.
A la salida los zapatos continuaron chillando y el sonido de los tacones retumbo y dio vueltas en el techo de la iglesia, solo que el izquierdo, esta vez, resonó mas fuerte.