Isla de espuma de lujo Ahora, mueres sin cuerdas Ese océano te cegó Y ahogadas, tus manos lloran Tus puños se desmoronan Con olor putrefacto de soledad Invensible, te creias Pero a Aquiles en tu alma poseías Prados de frescura divisas Mas, el fuego que tus ojos Enterrada en el cielo aparece ella Te remuerdes, te convences. ¡Gritos!¡Gritos! nadie... Busca en el alba Y caerás libre de sudor Lo veo, lo quiero, no alcanzo...
Texto agregado el 11-08-2004, y leído por 160 visitantes. (3 votos)