Me gusta el frío porque puedo lucir caros abrigos, mientras otros tiritan yo presumo y gozo. No me gustan las patatas porque son comida de pobres, y quitarles la comida a quien no tiene no está bien. Me gusta la rutina porque me libra de pensar, me aleja de mi mente, y me quita los sueños imposibles del gepeto.
Texto agregado el 07-04-2013, y leído por 107 visitantes. (2 votos)