Dariel El Cazador
Hace muchos años a mediados del siglo X1X, cuando la Isla del Encanto no era mas que un conjunto de azules costas y verdes cordilleras, que el sol hacia resplandecer en sus hermosos amaneceres, todo era armonía y tranquilidad. Al noreste de la isla cerca del bosque tropical llamado el Dorado, se encontraba la pequeña cabaña de los Carrión. La cabaña de madera yacía en una de las lomas más altas, donde se podía apreciar el Mar Caribe. En esta vivía Dariel Carrión con su madre y su tía una persona de gran Corazón. Dariel era un muchacho astuto, sencillo y muy alegre que de niño solía salir todas las mañanas en busca de nuevas aventuras. Siempre se la pasaba correteando por las laderas del Dorado persiguiendo las gallinas y los gansos que allí habitaban. Este niño era admirado por sus amigos, gracias a su gran condición física y su habilidad en los deportes.


Dariel tenia un sueño, él quería ser un gran Cazador como su Abuelo. En la sala de la cabaña en cada una de las vigas se conservaban algunas de las cabezas de diversos animales que Don Marley había cazado. Aunque nunca conoció su abuelo antes de acostarse, su madre le contaba algunas de las extraordinarias hazañas de cacería de Don Marley.

Abriendo los ojos un poco más maduro Dariel ya con veintidós años había adquirido todas las destrezas para ser un buen cazador, este recordaba con entusiasmo la mejor historia de cacería que de niño le contaban, esta era acerca de un gigantesco animal que vivía en el interior del bosque. Algunos pensaban que esto era una leyenda, ya que por mucho tiempo hubo cazadores que se dedicaron a la búsqueda de este animal y ni si quiera tuvieron la oportunidad de verlo incluyendo a su abuelo.

Un día Dariel Salió de cacería bien temprano con su amigo Josué. Durante toda la mañana estuvieron persiguiendo los animales que solían cazar y que eran comunes del lugar. Luego de esta actividad decidieron tomarse un receso cerca de la orilla del río para almorzar un emparedado que habían llevado.

Una vez terminaron el emparedado Josué decide ir al río a lavarse la cara y las manos. De pronto mientras Josué se lavaba se escuchó un fuerte ruido, cuando se percata de que un enorme lagarto se acercaba rápidamente. Josué desesperado le grita a Dariel y trata de alejarse, pero tropieza y cae al agua. Dariel al escuchar el grito de Josué rápidamente toma su escopeta y corre al río. Al acercarse a la orilla se dio cuenta que aquel animal era el lagarto que por mucho tiempo había sido perseguido por otros cazadores sin tener éxito. Ansioso Dariel le hace dos disparos sin poder dar en el blanco. Por un momento pensó que esa era su oportunidad de ser el cazador famoso que siempre había soñado ser. Inclusive él se visualizaba en el pueblo exhibiendo aquel animal ante todos los cazadores. Sin embargo, Josué estaba dentro del río y era arrastrado por la corriente. Dariel debía decidir entre perseguir al lagarto o socorrer a su amigo, sabiendo este que tal vez seria la única vez en su vida que se encontraría con este animal.
Recibiendo un flechazo de razón, toma un pedazo de bejuco del suelo y haciendo un lazo logra rescatar a su amigo de la corriente.

Una vez en la orilla Josué un poco adolorido por las cortaduras que sufrió en su pierna derecha y su cabeza, nota que a espaldas de Dariel se están moviendo unos matorrales, aterrorizado ve nuevamente que el lagarto se acerca hacia ellos, Dariel se da media vuelta y toma su escopetea hala el gatillo pero sin éxito ya que las ultimas dos balas que le quedaban las había gastado en su intento anterior por atrapar el animal.

Sin mas remedio saca su cuchillo que llevaba en una pierna y comienza una lucha cuerpo a cuerpo con el lagarto. En su intento por dominarlo cae al agua y es arrastrado por la corriente junto con el animal.

Josué un poco triste va al pueblo y cuenta la historia a los habitantes y familiares. Al día siguiente apenados por la desaparición de Dariel, pero contentos por el hecho heroico que hizo por su amigo, los habitantes hacen un homenaje en su memoria.
Una vez en el homenaje todos contaban hazañas vividas y compartidas con aquel gran cazador, cuando de repente, se escucha una voz que grita “esta vivo”, “esta vivo”, y nada más y nada menos era Dariel quien se encontraba un poco extenuado y lucia unas hermosas botas de piel de lagarto.

Ese día todos celebraron y Dariel paso a la historia siendo recordado por su heroísmo y haber realizado sus sueños de ser un buen cazador.

Fin