|  Es la hora de cenar. Conchi y Mariano se sientan a la mesa.Conchi._ Ya no queda nada para las vacaciones y aun no sabemos lo que vamos a hacer..
 Mariano._ ¿Qué harán los chicos?
 Conchi._ Irse con sus novias y amigos, ya sabes que hace tiempo que no vamos juntos.
 Mariano._ Si ya, pero...no sé con el dinero que contamos poco podemos hacer, la cuenta está temblando y...
 C._ Está el apartamento de mamá en la playa.
 M._ Ni hablar, me niego a pasar horas y horas metidos en el coche en una procesión de insultos y de seres cabreados. ¿Menudo calvario! La última vez estuvimos tres horas parados en un tramo de cuarenta kilómetros; dijimos que nunca volveríamos en estás fechas.
 C._ Es cierto, pero yo también me niego a quedarme en casa y pasarme las vacaciones oyendo como te quejas todo el santo día, que  como es posible que estén tantas calles cortadas, que de donde sale tanto cristo crucificado y tanta virgen doliente...
 M._ Si ya, pero es que no hay derecho a que...
 C._ Para por favor no empecemos de nuevo. Yo solo quiero saber lo que haremos. Queda la opción del pueblo de la tía Candela, ella siempre está encantada de vernos y ya sabes que hí todo es paz y tranquilidad
 M._ Si paz, tranquilidad y torrijas. Aún tengo pesadillas con esa buena señora y la fuente de torrijas persiguiéndome todo el día y sabes que las odio, a mi solo me gustaban las torrijas de mi madre.
 C._ Que Dios la tenga en su gloria.
 M._ Amén.
 C._ Entonces nada de pueblo, ni de playa y ni hablar de quedarnos en casa, pues como no vayamos de acampada...
 M._ eso si que no. Te has olvidado de como terminaron nuestras pobres lumbares y de que no pudimos dormir una sola noche con esos niñatos...
 C._ Es verdad, no sigas..pero...podríamos llevar el colchón ese que se hace una cama estupenda y que todavía no hemos estrenado.
 
 Ella al decir esto se acuerda de esa etapa de su vida en que echar mano de tarjeta y comprar a lo tonto era tan fácil. Sobre todo de esos meses de insomnio donde la dio por pasar la noche viendo la tele tienda, comprando desde zapatillas adelgazántes a cremas de baba de caracol o pantalones que te quitaban dos tallas, por no hablar de las colecciones, aparatos...
 C._ Podríamos hacer un rastrillo con todo lo que hay en el trastero´.
 M._ Por material que no quede.
 C._ Mañana subo y lo organizo todo. Hay que hacer unos carteles y ponerlos por el barrio. Tu veté mirando la página de mucho-chollo. com a ver si encuentras un viaje baratito.
 M._ Bueno vale, pero no se a quién le va interesar comprar esas cosas.
 C._ Nada, nada, tu mira que siempre hay un roto para un descosido.
 
 Al final Mariano y Conchita consiguen irse de viaje. El mercadillo ha dado para uno muy barato por las tierras del Maestrazgo.
 En el trayecto les llevan a hoteles de lujo para darles la charla e intentar venderles desde juegos de cuchillos a vajillas imperiales o mantelerías y baterías que cocinan sin aceite y sin agua hasta un apartamento en Torrevieja.
 A dormir les llevan a Calanda en una pensión de mala muerte en el centro de la plaza. Volverán a Madrid con los oídos destrozados, un jamón de Teruel y una réplica del torico para su nieto.
 M._ Hemos sobrevivido a otra semana santa.
 C._ Pero no me negarás que esta ha sido memorable.
 Mariano sube las maletas. Conchi le ve partir con ese aire tan suyo y la gorra que le regalaron de "Teruel también existe" ¿Dios mío que cruz!,se dice, ¡que habé hecho yo para merecer está penitencia!
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