Mi cuarto tenia pinta de hipódromo,
me cabalgas, pulgiente
redundante.

Como vasos de Coca Cola con químicos,
a diestra y siniestra.

Morimos con Morrisey
y tu aplauso murió con
esa última calada de incienso,
vapor, cloro
tu cuerpo -aroma-,
sabes a lo que me refiero.

Estamos más cerca de la luna
y yo más enredado en las cortinas.
Tengo prisa por beber mi coca con mezcalina,
la muerte es hedor para sabios.

-¿Echamos un polvo?
-Huevón, ¿te has puesto a pensar en los fantasmas voyeur?

Mentiras, por el culo con los voyeur...
y ahora rasgamos la estepa del cielo,
con un trampolín claro,
sino ¿Cómo llegamos?.

-Anedonia, era su práctica, mi temor éter para moscas y yo te corono con laureles.